Por el contrario, cuando nuestros ojos se estrechan, como cuando estamos discutiendo o enojados por algo, nuestros ojos bloquean la luz y enfocan un punto que determina el origen de nuestro descontento. Los investigadores afirman que ambas reacciones han surgido de la adaptación a los estímulos de nuestro entorno y no como señales de comunicación social, lo que conllevaría que las emociones son las que desencadenan estas expresiones faciales que lo que hacen es aprovecharse de las propiedades útiles de la luz dependiendo de la situación. Así, las emociones “configurarían” lo que vemos antes de que se produzca la codificación visual por parte del cerebro.
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AutorMédico Oftalmólogo Archivos
July 2022
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